Ser amados
"La mayor felicidad de la vida está en saber que somos amados por lo que somos o a pesar de lo que somos".
Víctor Hugo
El avaro y la pieza de oro
Erase una vez un avaro que había vendido todas sus pertenencias para comprarse una pieza de oro de considerable tamaño, la cual decidió enterrar junto a una tapia en un lugar apartado del pueblo. Allí iba todos los días para asegurarse de que nadie hubiese descubierto su escondite.
Lo que el avaro no sabía es que uno de los vecinos había observado sus constantes idas y venidas a aquel sitio y, sospechando que algo extraño sucedía, decidió cavar la tierra alrededor del muro. Al final, tras varios intentos, encontró el preciado tesoro y, admirando entre sus manos la pieza de oro, se la llevó a su casa. Cuando el avaro regresó al lugar y se dio cuenta de que le habían robado, lloró de desesperación.
Otro vecino del pueblo que lo vio tan angustiado, al enterarse de cuál era la causa de su lamento, le dijo: "No es algo tan grave lo que te ha sucedido. Coge una piedra y entiérrala en el mismo hueco. Imagínate que es de oro. Al fin y al cabo, tú jamás harías uso de él".
Lo que aprendemos de esta fábula es que el dinero y las riquezas no son lo realmente importante, sino todo lo que podemos hacer con ellas para mejorar nuestra vida y la de nuestros seres más queridos.
La tristeza
"Cuando la tristeza funde a dos corazones, ni la gloria ni la felicidad será capaz de destruir esa unión".
Gibrán Kalil Gibrán
El perro astuto
Un hombre montó una expedición para ir de cacería a África acompañado de su perro, pero el animal, curioso por naturaleza, se perdió en la selva. Mientras el can intentaba recordar el camino de vuelta, vio como desde lejos venía hacia él una pantera a toda carrera. Temiendo ser devorado, descubrió un montón de huesos de animales y empezó a mordisquearlos. Cuando el felino estaba a punto de atacarle, el perrito dijo en voz alta:"¡Qué sabrosa pantera me acabo de zampar!". Tras oír esto, frenó en seco y salió corriendo por el camino que había venido. "¿Qué animal será éste capaz de comerse a uno de mis congéneres? ¡A ver si el próximo voy a ser yo!", pensó la pantera.
Pero un mono que había visto toda la escena salió tras ella para explicarle el engaño: "No seas tonta, no debes temerle, es un perro y los huesos ya estaban allí". Tras descubrir la trampa, la pantera salió corriendo, con el mono en su lomo, para darle su merecido al perro. Éste los vio acercarse y, sin perder la calma, se quedó dándoles la espalda y dijo: "¡Hace media hora que le dije al mono que me trajera otra pantera y no aparece!". Así, como el astuto perro, hay que utilizar el ingenio y nunca darse por vencido, sea cual sea la adversidad a la que nos enfrentamos.
Epístola dedicada a "mi capacidad de aguante"
Hace tiempo que quería escribir lo siguiente pero, por diferentes circunstancias y motivos, nunca había podido. La principal causa es la falta de tiempo, apenas tengo para respirar, y no quería escribir sin pensar muy bien lo que iba a decir.
Lo cierto es que tampoco sé muy bien por donde empezar porque las ideas se agolpan y quiero ser muy precisa, sincera y, sobre todo, fiel a mí misma.
En estos mundos nos topamos con todo tipo de gente: extraordinaria, especial, enferma mental, enferma física, buena, muy buena, mala y muy mala. Y cuanto más tiempo llevamos más tipos de gente nos encontramos. Yo llevo 11 años rondando por Facebook (14 por mis páginas web), aunque la página de "Citas y Reflexiones" en Facebook la abrí en el 2012 para atraer a más gente a mi página web. Como iba diciendo, encontramos todo tipo de gente, gente que a la primera de cambio te llama "AMIGA", cuando para mí esa palabra es muy especial por lo que en sí conlleva. Por empatía, soy muy empática, puedo decírsela a alguien, otra cosa es sentirla, que va a ser que no. Pienso que se ha devaluado mucho la palabra, muchísimo y hoy se le llama "AMIGO" a cualquiera.
Bueno, como de alguna forma hay que empezar, diré que hace un tiempo una persona me pidió ayuda en la página "Citas y Reflexiones" de Facebook. No es algo fuera de lo común, es lo habitual, tod@s lo hemos hecho alguna vez, por supuesto, pero esta persona fue como un tornado, que llega, arrasa y se va. Llegó diciendo que quería ayudarme, ella a mí, dándome consejos, preguntándome que recursos utilizaba, y aconsejándome sobre alguno de ellos, como por ejemplo el de los vídeos, etc.
Pues bien, esta persona tenía por costumbre hablarme por privado para decirme, incluso me pidió amistad en mi cuenta personal y me "aconsejó" que no metiera a nadie de la página. Como soy gilipollas, la acepté. Era como si yo fuese un pelín lerda, que acabara de llegar a estos mundos de internet y ella la experimentada con sus continuos consejos.
Como digo, tenía por costumbre abrirme privado para decirme, cuando a ella le venía bien, claro, pero si por cualquier motivo yo le decía algo que me preocupara (aún estoy esperando noticias de otra persona que no se encontraba bien y con la que ella tenia relación directa), podía quedarme esperando semanas, o para siempre, porque no obtenía respuesta. Las conversaciones las iniciaba y cerraba ella cuando le parecía bien. Las que yo iniciaba y le dejaba para que leyese, no existían para ella.
Una de esas conversaciones, que por supuesto inició ella, fue para decirme que no me iba a compartir muchos vídeos porque los míos se parecían mucho a los que ella hacía y la gente pensaría que eran suyos; no le parecía ético porque era como engañar a sus seguidores. Fue una de las primeras veces que se me debió quedar cara de boba, pero no la única.
Tod@s sabemos que la mayoría de la gente piensa que todo lo que posteamos en nuestra página es nuestro, sea igual, parecido o totalmente diferente a lo que nosotros hacemos. Yo he hecho más de un post, a lo largo del tiempo que llevo con la página, explicando a la gente lo que pertenece a otras páginas y lo que deben mirar para saber a quien pertenece; no hace mucho he tenido que volverlo a hacer. Además, nosotras mismas, me refiero a las páginas amigas, más de una vez no hemos compartido la página a la que entramos sino algo que ella ha compartido de otra. Supongo que era una disculpa para no compartirme muchos vídeos, y el primer paso para dejar de compartirme todo.
Cada vez que veía que tenía un privado suyo resoplaba porque me esperaba cualquier cosa, y no buena. Me tenía en vilo siempre, y esa sensación no es en absoluto agradable.
Con el tiempo me llegó otro de sus privados, que no solo me dejó con la boca abierta, sino que aluciné en colores, flipé lo máximo que se puede llegar a flipar y no podía creer las barbaridades que semejante persona se permitía. Se me olvidó comentar que aparte de tener las conversaciones cuando a ella le venía bien, también les ponía fin ella sin dejar que la gente pudiera "defenderse" de su ataque. En este mensaje, después de decirme cosas preciosas (ironía), me espeta que no me va a compartir más porque además de utilizar SU editor de vídeo (un editor de vídeo que compré y por el que me gasté un dinerito, que NO ERA SUYO, y que ELLA MISMA ME RECOMENDÓ) me permitía usar SU EDITOR DE IMÁGENES (no tenía ni la más mínima idea del editor que ella usaba porque de ese tema nunca habíamos hablado). En ese momento yo utilizaba varios editores de la red, creo que 5 o 6, pensando en comprar la licencia de alguno y los estaba probando para ver por cual me decidía (de hecho, aún tengo 3 que son los que más uso). También utilizaba, y utilizo, el Corel Paint Shop Pro que tengo instalado en cada uno de mis ordenadores, porque me encanta.
Si se compra algún recurso, por red o físicamente, lo habitual es que mucha gente lo use, es inevitable. No tenemos un recurso exclusivo. Pero esta "persona" los hacía suyos y que yo los usara era un pecado capital para ella.
En sus conversaciones, fuera de tono y agresivas (llamemoslas conversaciones aunque solo habla ella), nunca da derecho a réplica, siempre tiene razón y no acepta nada de lo que se le diga o se le intente decir, porque decir no se puede decir nada. Es ella, su verdad, sus métodos y su forma de actuar. Y lo que los demás puedan decir no le interesa ni lo escucha. Ella es abogado, juez y jurado.
Digo sus métodos porque, a la hora de compartir, cada cual seguimos nuestros métodos. Los que no entraban dentro de su cabeza, o a ella no le gustaban, no eran buenos, y esa gente compartía para fastidiar, no para ayudar. Pasaba el día dando consignas. O sea, deberíamos llevar la página como a ella le gustaba y quería, no como pensáramos o nos gustase a los demás, porque si a ella no le gustaba como lo hacíamos los demás, había lío asegurado. Se jactaba continuamente de que a ella le gustaba dejar las cosas claras desde el primer momento y ser muy sincera, pero va a ser que no.
No soy persona apocada, más bien lo contrario, y tengo un carácter muy fuerte, pero a ella le pasé lo que no hubiera aguantado a otras. Y aún me pregunto el por qué. Quizás para que me dejase pronto tranquila.
Si yo ayudo a alguien, y lo hago, lo que no me permito es recordárselo continuamente. Además, no se puede ir de "salva vidas" cuando no sabemos las ayudas que recibe la gente. Por mucho que ella pretenda SER LA QUE MÁS AYUDA, no es así en absoluto. Para su desgracia, yo he recibido muchas ayudas, muchas, y mejor que la suya. Ella sí me ayudó, pero no fue algo extraordinario; subí lo mismo estando ella que sin estar. En absoluto es la más mejor, aunque ella así se considere, y se le pilla pronto en renuncios. Yo, al menos, lo he hecho.
A mí, la falta de tiempo me ha impedido seguir entrando y compartiendo en la página todos los días de la semana, pasando a hacerlo solamente dos, y únicamente tengo una página de este tipo. A esta persona la falta de tiempo le hace abrir dos páginas más, similares todas, con lo que eso conlleva (realizar imágenes y vídeos para todas ellas), aunque no se comparta.
Y por último, ahora resulta que subir videos y que Facebook te pague por ello, claro que con una serie de puntos a cumplir, es trabajar para Facebook. Va a ser que yo llevo trabajando para Google 12 años y me entero ahora. Tiene guasa la cosa.
En fin, si se trata de vacilar, lo podemos hacer todos muy bien. A mí particularmente basta que me provoquen para hacerlo de vicio, aunque no entre dentro de mi naturaleza; pero sí soy muy empática.
Estoy segura que más de un@ ha padecido a esta persona; lo sé, me consta, me han llegado varias, llamémosles, notificaciones. Siempre trataba de justificarla y le comentaba a esas personas que me lo notificaban que era una buena persona, que hablaran con ella... hasta que me tocó a mí, y me di cuenta de que el diálogo con esta persona es totalmente imposible. Es monologuista totalmente. Habla, te acusa, te condena y no admite ningún comentario, respuesta o defensa, cierra la conversación cuando dice su última palabra, y punto.
Yo solo puedo estarle agradecida por una cosa, y no es precisamente su "no ayuda" con la página, sino por haber desaparecido de mi vida. No tiene la más mínima idea de la alegría y tranquilidad que me dejó. Le deseo que le vaya genial. Nada trajo, nada hizo y nada se llevó. Tanta paz lleve como descanso deja. Con Dios y hasta nunca.
Oportunidades
"Lo que hace que las oportunidades sean tan importantes y, a la vez, nos generen tantas dificultades es, justamente, que son temporales, que son pasajeras".
La laguna congelada
Dos niños estaban patinando sobre una laguna congelada. El día había empezado con un sol tibio de invierno, pero acababa de comenzar a nevar, por eso decidieron volver a sus casas. Y fue cuando se encontraban cerca de la orilla, donde la capa de hielo era más fina, cuando uno de los pequeños cayó al agua. Cuando su amiguito vio que daba manotazos intentando salir y que, cada vez más agotado, se hundía en el agua fue a buscar una piedra y empezó a golpear el hielo con todas sus fuerzas. Al principio se resistía pero, sin perder la calma fue a buscar una roca de mayor tamaño y la dejó caer junto a su amigo. El hielo empezó a cuartearse y al hacerse más grande el agujero, pudo sacarlo fuera vivo.
Cuando llegó el equipo de salvamento y vieron lo sucedido, no podían creerse lo que había conseguido aquel niño. "Con esas manos tan pequeñas ¿cómo lograste romper tú solo el hielo para rescatarlo?", le dijeron. Entonces apareció un anciano que les dijo: "No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo" contestó el sabio anciano. Y así es, la confianza en ti mismo hará que logres todo lo que te propongas, a pesar de la opinión de los demás.
Hombre en taparrabos
"Con sus acciones, Gandhi demostró al mundo que un hombre en taparrabos podía ser mucho más peligroso que otro armado hasta los dientes".
Emilio Calderón
El viejo y sabio perro cazador
Hace mucho, mucho tiempo, en un pueblo de montaña vivía un perro de caza, cuya avanzada edad le había hecho perder gran parte de las facultades que, en su juventud, hicieron de él el mejor can de la región. Un día, en una cacería, se topó con un hermoso jabalí al que quiso atrapar para su dueño. Puso todo su empeño y logró morderle una oreja, pero como su boca ya no era la que fue, el animal se escapó. Al oír el escándalo, su amo corrió hacia el lugar encontrando únicamente a su viejo perro. Enfadado porque había dejado escapar la pieza, comenzó a regañarle. El pobre can, sintiendo que no se merecía aquel trato, le dijo: "Querido amo, no creas que he dejado escapar ese hermoso jabalí por gusto. He intentado retenerlo igual que hacía cuando era joven, pero por mucho que los dos lo deseemos, mis facultades no volverán a ser las mismas. Así que, en lugar de enfadarte conmigo porque me he hecho viejo, alégrate por todos estos años en los que te ayudaba sin descanso".
El cazador se quedó callado. Pensó cuánta razón tenía el animal, qué importante era respetarle ahora que era mayor y cuidarlo con más cariño que nunca, pues aunque no podía realizar grandes proezas, le había entregado sus mejores años para que él y su familia tuvieran una vida más feliz.
Debilidad
"Si se da el caso de que eres débil por amor, procura que no se sepa; mejor es que te crean débil simplemente por debilidad".
Edmond Rostand
Edmond Rostand
Nada es absoluto
Un pobre, pero muy sabio, anciano chino estaba trabajando en el campo con su hijo, cuando éste se acercó a él muy triste: "¡Padre, qué desgracia tan grande, se nos ha escapado el caballo!". Lejos de compadecerlo, el anciano le respondió: "¿Por qué le llamas desgracia? Esperemos a ver qué sucede".
A los pocos días, el caballo había regresado y venía acompañado de otro. Rápidamente, el muchacho fue a ver a su padre y le dijo: "Qué suerte hemos tenido. Ahora tenemos dos caballos". Pero el anciano enigmático como siempre, le respondió: "¿Por qué crees que hemos tenido suerte? Esperemos". El joven quiso montar el nuevo caballo y, no estando acostumbrado a llevar jinete, lo tiró al suelo rompiéndole la pierna. "Padre, qué desgracia, me he roto la pierna", se lamentaba y su progenitor le dijo: "¿Por qué? Esperemos a ver qué sucede".
El joven lo entendió todo cuando, a la semana siguiente, pasaron por el pueblo soldados enviados por el rey para reclutar tropas y, al verlo en tan lamentable estado, lo dejaron en casa. Y es que no hay nada absoluto, lo que creemos bueno puede convertirse en malo y viceversa. Solo hay que confiar en que las cosas suceden con un fin positivo en nuestras vidas.
Hombre y naturaleza
"¿Qué es en realidad el hombre en la naturaleza? No es nada, si lo comparamos con el infinito; lo es todo, en relación con la nada; en definitiva, un término medio entre nada y todo".
Blas Pascal
La zorra golosa
Había una zorra que vivía en un bosque muy frecuentado por cazadores. Aunque era muy recelosa y huía a esconderse cuando presentía algún peligro, solía merodear a su alrededor porque sabía que traían buenas viandas y casi siempre dejaban algún resto. Pero cuál fue su sorpresa cuando un día descubrió que había algo más que las sobras: en el interior de un tronco hueco habían escondido un cesto lleno de deliciosa comida, para saborearla cuando acabasen la dura jornada de cacería.
Fue tal la tentación que, en cuanto los hombres desaparecieron de su improvisado campamento, la zorra golosa se lanzó sobre el tronco hueco y metió la cabeza para sacar la comida. Como vio que no la alcanzaba, no dudó en introducir todo el cuerpo dentro y así empezó a devorar el suculento banquete. Una vez hubo dado buena cuenta de todo, intentó salir del tronco pero su barriga se había hinchado tanto que, por mucho que insistió, no lo consiguió. Aterrorizada, empezó a lanzar gritos de auxilio hasta que otra zorra que pasaba por allí se acercó a ver qué pasaba. Tras contarle lo que le había sucedido, la compañera le dijo: "No malgastes energía lamentándote. Solo tienes que esperar a que tu barriga vuelva a su tamaño para escaparte". Y es que, si tenemos paciencia, nos será mucho más fácil resolver los problemas.
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