La aguja

 

Una tarde, la gente del pueblo vio a Rabiya buscando algo en la calle delante de su choza. Todos se  acercaron a la anciana para preguntarle que estaba buscando. "He perdido mi aguja", les respondió. Y todo el pueblo se puso a ayudarla a encontrar aquel diminuto objeto. Al cabo de un rato, alguien le dijo: "Rabiya, la calle es muy amplia y la aguja es algo muy pequeño. ¿Dónde se te cayó exactamente?". Y la mujer contestó: "Dentro de mi casa". Todos se miraron con cara de sorpresa y exclamaron: "¿Y por qué la buscas aquí fuera?". Rabiya les miró y respondió: "Porque aquí hay luz y dentro de mi choza, no". Los vecinos pensaron que la anciana se había vuelto loca y le propusieron delicadamente buscar la aguja dentro de la casa. "¡Sois tan inteligentes para solucionar las cosas pequeñas...!, exclamó Rabiya. "¿Cuándo vais a utilizar esa misma capacidad para vuestra vida interior?", les preguntó muy seria. Y entonces les habló sobre su infelicidad y su manía de intentar esconderla bajo cosas externas: "¿Por qué buscáis la dicha en el mundo exterior?¿Qué se os ha perdido allí? Por mi propia experiencia sé que la felicidad se encuentra en el interior de cada persona. Como la aguja que estamos buscando, que está dentro de mi hogar".


Razones Para Ser Feliz

Puertas

Algunas puertas no deberían abrirse jamás, porque una vez que se traspasan ya no hay vuelta atrás. 



Semillas

 


Un señor que  cogía el autobús habitualmente para ir al trabajo, veía subirse también cada día a una anciana que se sentaba junto a la ventana. Seguidamente, sacaba una bolsita y, durante todo el trayecto, tiraba cosas por la ventana. Un día no pudo aguantarse más y le preguntó qué era lo que hacía: "Tiro semillas", respondió ella. "Lo hado porque, cuando llegue la primavera, me gustaría mirar por esta misma ventana y ver flores durante todo el recorrido", continuó explicándole. "Pero es difícil que crezcan sobre el asfalto y que no acaben chafadas o convertidas en alimento de los pájaros", objetó el trabajador. Pero la señora, lejos de perder su ilusión, le contestó: "Así es, pero algunas sobrevivirán y acabarán brotando". Transcurrieron unos meses y, cuando aquel hombre miró por la ventana del autobús, vio que un montón de pequeñas pero bellísimas florecillas habían empezado a brotar al borde del camino. Entonces recordó a la abuela de las semillas, a quien hacía días que no veía. Preguntó por ella al conductor, quien le dijo que había fallecido sin ver su sueño hecho realidad. Y entonces pensó que igual que la semilla de belleza que ella sembró dio frutos, el futuro depende de nuestras acciones presentes. Así que si sembramos buenas semillas, los frutos serán igualmente buenos.4

La Rueda Gira Para Todos

El odio es un lastre

 El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado.


El águila desplumada

 


Un hombre había atrapado un águila y, tras cortarle las plumas para que no pudiera escaparse, la encerró en un corral con sus gallinas. Allí, el ave se sentía como una reina encarcelada y se pasaba todo el día en un rincón, entristecida y sin apenas comer. Para su fortuna, pasó por la granja un hombre que, viéndola tan desvalida y con tan mal aspecto, decidió comprársela al dueño y darle una segunda oportunidad. Lo primero que hizo fue arrancarle las plumas cortadas y esperar a que le creciesen de nuevo. En cuanto el águila recobró su bello plumaje, empezó de nuevo a batir las alas y, en pocos días, alzó el vuelo. La rapaz estaba tan agradecida con aquel hombre que le devolvió la libertad que decidió regalarle la primera presa que capturó, una liebre.

Una zorra, que la vio, se acercó maliciosamente y le dijo: "No le lleves ese regalo a quien te liberó, sino al que te capturó. El primero es bueno por naturaleza y a quien debes halagar para que no te haga de nuevo lo mismo es al que te encerró con sus gallinas". La incauta águila le hizo caso y el granjero volvió a atraparla y le cortó las plumas. No lo olvidemos, siempre hay que ser generoso con las personas buenas y, por prudencia, hay que alejarse de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto.


Transmutar Karma Negativo

Llamar la atención

 "El que más llama la atención es siempre el más débil".