Criticar



Criticamos porque estamos celosos o envidiosos.

Criticamos porque no aceptamos nuestros defectos pero los vemos claramente en el otro.

Criticamos porque así lo aprendimos.

Criticamos para agradarle a un otro.

Criticamos porque nos hace sentir mas seguros.

Criticamos porque tenemos el corazón roto.

Criticamos porque no estamos a gusto con nosotros mismos.

Criticamos porque estamos muertos de miedo a admitir lo que sentimos, y porque si nada de esto fuera, no criticaríamos.

Estar callados





Pies fríos

"La verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos".
Ethan Hawke


Ése no es mi problema


Mirando a través del pequeño agujero de la pared, un ratón vio aterrorizado cómo los granjeros abrían un paquete que contenía una ratonera. Rápidamente corrió para avisar a todos los animales de la granja: "¡Hay una ratonera en casa, hay una ratonera en casa!". La gallina, el cordero y la vaca miraron extrañados al ratón y le dijeron que a ellos no les parecía ningún problema una pequeña ratonera, que estuviese tranquilo. El ratón volvió a su escondite muy abatido. Por la noche oyó cómo caía atrapada la primera víctima. La mujer del granjero se apresuró a verla y, como había muy poca luz, no se dio cuenta de que la trampa había pillado a un reptil por la cola. La serpiente mordió a la mujer y el granjero tuvo que llevársela corriendo al hospital.

Como regresó a casa con fiebre y lo mejor para recuperar fuerzas es una sopa, el granjero agarró el cuchillo para matar a la gallina y hacer un buen caldo. La enfermedad persistió y amigos y vecinos vinieron a visitarles, por lo que el hombre mató al cordero para alimentarlos. Al final, la mujer no mejoró y falleció, por lo que su pobre marido vendió la vaca para pagar el entierro.

Así que la próxima vez que alguien tenga un problema y creamos que no nos incumbe, tendríamos que pensarlo dos veces.

Lágrimas





Pedir ayuda

"Puedes pedir a Dios por la ayuda que necesitas, pero mejor trae las herramientas porque tú tienes que hacer el trabajo".
Woody Allen


La leyenda del Ave Fénix


El Fénix era un ave maravillosamente bella que vivía en el paraíso, junto con el primer hombre y la primera mujer, a los que seguía a todas partes. Cuando adán y Eva fueron expulsados, un ángel portador de una espada de fuego fue designado para cuidar las puertas del paraíso e impedir que la pareja pudiera volver al Edén.

Empujado por el amor y la lealtad, el ave Fénix intentó impedir que las puertas se cerraran definitivamente para sus amigos. Entonces, una chispa saltó de la espada del guardián y el hermoso plumaje del ave se encendió, terminando con su vida en una llamarada multicolor.

Quizá como un premio por haber sido la única bestia que se había negado a probar el fruto prohibido, o quizás porque era injusto que un acto de amor terminara en una muerte así, el caso es que todos los ángeles estuvieron de acuerdo en concederle al ave Fénix varios dones, como el de sanar las heridas de otros seres vivos con sus lágrimas y el de la vida eterna. Su inmortalidad se manifestaba en su eterna capacidad de volver a la vida resurgiendo de entre sus cenizas

Según la leyenda, cuando le llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un nido de especias y hierbas aromáticas y ponía en él un único huevo. Después de empollarlo durante algunos días, una noche, al caer el sol, el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a cenizas.

Gracias al calor de las llamas, se terminaba de empollar el huevo y, al amanecer, el cascarón se rompía, resurgiendo de entre los restos aún humeantes el ave Fénix. No era otra ave, era el mismo Fénix, siempre único y eterno, aunque siempre más joven y fuerte que antes de morir. Siempre más sabio porque tenía, además, la virtud de recordar todo lo aprendido en su vida anterior.

El mito del ave Fénix existe en casi todas las culturas ancestrales; y no solamente en las más antiguas tradiciones sagradas de oriente –egipcios, hebreos, sumerios y chinos– sino también en los mitos y leyendas del Nuevo Mundo –mayas, aztecas, incas y mapuches– tienen equivalentes similares.
Volverlo a intentar

En casi todas las latitudes es un animal de buen augurio, garantizando la vida y el eterno crecimiento de la raza. En China, es una parte muy importante de la cultura tradicional. Allí se describe clásicamente como un enorme pájaro con cabeza de serpiente, cuerpo de tortuga, alas de dragón, pico de águila y cola de pez, representando para algunos los cinco dones más virtuosos: justicia, fiabilidad, coraje, compasión y humildad.

Los que amamos los cuentos sabemos que, cuando una historia está tan presente a lo largo y a lo ancho de la geografía y de la historia, no puede significar más que una necesidad universal y compartida, una enseñanza o un aprendizaje que debe pasarse de generación en generación: Aprender de los fracasos, volver a intentar lo que no se consiguió, enriquecido por la experiencia, y crecer en la adversidad.

Un mensaje de los ancestros que hoy definiríamos como un elogio a la resiliencia y que, para los estrategas de la guerra, se resume en aquella conocida frase que anuncia que perder en la más cruel de las batallas, pero no morir en ella, solo consigue hacernos más fuertes.



Mi "nada"





Gran diferencia

"He amado y he estado enamorada... Hay una gran diferencia".

Katharine Hepburn



El hombre airado


Un hombre que sufría ataques de ira estaba ya harto de esta situación y un día decidió solucionar su problema. Para ello, fue en busca de un viejo sabio que conocía como nadie los secretos del alma humana. Cuando estuvo ante él, le dijo: “Señor tengo fuertes arranques de ira que están arruinando mi vida. Sé que es mi carácter, pero estoy dispuesto a hacer lo que usted me recomiende para cambiar”.

Puedo hacerme una idea de lo que te sucede pero, para ayudarte, la próxima vez que te invada la ira, deberás venir corriendo para mostrármela", le ordenó el sabio.

Tras unos días de calma, el hombre volvió a notar cómo la ira se apoderaba de él y salió a toda prisa a ver al anciano. Pero, como vivía en lo alto de una colina, tardó más de media hora en llegar. Cuando estuvo ante él, ya se le había pasado el ataque. Y así sucedió una y otra vez, pues cuanto más corría, más agotado y menos enfurecido llegaba ante el sabio.

Un día llegó superagotado y el venerable anciano sentenció: “Creo que me has tomado el pelo. Si la ira formase parte de ti, podrías enseñármela. No es tuya. Te atrapa en cualquier sitio y luego te abandona. Así que la solución a tu problema es fácil: la próxima vez que quiera apoderarse de ti, ignórala”.

Descansa





Relación

"Una relación es como un tiburón; tiene que estar continuamente avanzando o se muere".
Annie Hall


Los tres cabellos


Una mujer muy sabia se levantó una mañana y, al contemplarse en el espejo, vio que solo le quedaban tres cabellos en la cabeza. "Creo que hoy me voy a hacer una trenza", pensó, y aquel día resultó maravilloso.

A la mañana siguiente, volvió a observarse con detalle ante el espejo y notó cómo solo le quedaban dos pelos. "Hoy me peinaré con la raya en medio", exclamó entusiasmada. Y el día transcurrió lleno de alegrías y encuentros memorables.

Cuando despertó el tercer día y, como de costumbre, fue a mirarse al espejo, vio que sobre su cabeza se erguía un solitario cabello. "Hoy me haré una cola de caballo", se dijo a sí misma. Así lo hizo y esa jornada fue muy divertida.

A la mañana siguiente, nada más levantarse de la cama, salió corriendo a mirarse al espejo y descubrió que ya no quedaba ni un solo pelo en su desnuda cabeza. Lejos de entristecer, exclamó con alegría: "¡Qué bien! Hoy no tendré que peinarme". Y abrió la puerta de su casa dispuesta a exprimir cada uno de los segundos del día que tenía por delante.

En nuestras vidas no es realmente importante aquello que nos sucede, sino nuestra actitud ante ello. No hay que esperar a que pase la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia.

No envejece nunca





Lo que mereces





Buena madre

"No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre".
Woody Allen


Alegría fingida

"A veces solo en nuestra alegría fingida, como hábiles artistas, y no adivinan la tristeza, la decepción o desilusión que nos acompaña".


La parábola del amor



"Conseguiré moldearte", le decía el hacha a un pedazo de hierro mientras descargaba toda su fuerza sobre él. Pero cada golpe que le daba, era ella la que iba haciéndose muescas en el filo, que pronto quedó totalmente inservible. "Ya me encargaré yo de este trabajo", aseguró el serrucho mientras hincaba sus dientes en el trozo de metal, con el mismo resultado que la anterior herramienta.

Burlándose de sus anteriores compañeros, que habían fracasado en el intento, el martillo les dijo: "Apartaos de en medio, esto es un trabajo serio para gente preparada como yo". Pero sólo hicieron falta unos golpes para que el mango del martillo se rompiese por la mitad y la cabeza saliera volando.

En medio de semejante desconcierto, apareció una pequeña llama y les interrumpió: "¿Me dejan intentarlo a mí?". Las tres herramientas la miraron con incredulidad y soltaron una gran carcajada, pero ella no se dejó impresionar y cubrió con su cuerpecito el trozo de hierro. Lo abrazó y lo abrazó hasta lograr moldearlo. Del mismo modo, hay corazones duros capaces de resistir hachazos de ira, dientes de rabia y golpes de rechazo, pero por más "acorazada" que esté una persona, no podrá resistir y el calor del amor, que todo lo puede.

Compartir nuestra luz


Un viejo y sabio filósofo de Oriente, reunido con sus discípulos para impartir una de sus charlas, les contó la siguiente historia: "Hace muchos, muchos años, en una lejana montaña, un grupo de hombres se quedó encerrado en una profunda caverna por accidente. Tal era la oscuridad que reinaba en la cueva, que no podían ver nada. Pasó algún tiempo y, finalmente, uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa y tan débil, que aun así seguía sin poder percibirse nada. Después de estar cavilando varios días, al hombre se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de sus compañeros prendiera su propia tea. Y así lo hizo. De repente, compartiendo la llama con todos sus compañeros, la caverna se iluminó intensamente".

Cuando acabó de explicar esta narración, los alumnos se quedaron unos minutos reflexionando en silencio, hasta que uno de ellos le preguntó al maestro: "¿Pero, qué es lo que nos quiere decir este relato? ¿Qué nos enseña?".

Y éste contestó: "Nos muestra que nuestra luz seguirá siendo oscuridad si no la compartimos con los demás. Y también nos dice que el hecho de compartir nuestra llama no la apagará; al contrario, la hará crecer".


Dar en abundancia





Mientras encuentras





Nunca cuentes...

"Nunca cuentes tus problemas a los demás: al 20% no le interesa y el 80% se alegra de ellos".
Lou Holtz.


Mayor defecto

"El mayor defecto de los defectos es no darse cuenta de ninguno de ellos".


El roble y la hiedra


Un hombre que había construido su propia casa decidió dotarla de un jardín que se convirtió en su remanso de paz. En medio de él, plantó un roble  que creció lentamente . Día tras día, sus raíces eran más profundas y su tronco se estiraba para atrapar la luz. Junto al muro, plantó una hiedra que rápidamente empezó a extender sus ramas ocupando toda la superficie de la pared de piedra.

"¿Cómo estás, amigo roble?", le preguntó un día la hiedra. "Bien, amiga", le contestó el árbol. "Eso es lo que respondes porque no ves el mundo como yo, desde las alturas. A veces siento pena viéndote ahí hundido en el fondo del patio", comentó la hiedra con un indisimulado aire de superioridad. "No te burles de mí. Recuerda  que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza", respondió con humildad el roble.

La hiedra soltó una carcajada y siguió creciendo deprisa, mientras el roble tardó años en desarrollarse. Pero una noche descargó una fuerte tormenta que arrasó el jardín. Al amanecer, la hiedra yacía en el suelo arrancada de la pared, en cambio, el roble aguantó casi intacto. Esto llevó al árbol a reflexionar: "Es mejor crecer  fuerte sobre tus propias raíces que ganar altura rápidamente pero dependiendo de la seguridad de los demás".



Cómo es una persona





Día sin estrés





Ayer, hoy y mañana

"La pena del ayer y el miedo al mañan son los dos ladrones que nos roban el hoy".


Engaño

"Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres mejor".
Joaquín Sabina


La pequeña granja y la vaca


Un filósofo y su joven discípulo paseaban por los alrededores de un pueblo cuando divisaron una pequeña granja. Tras llamar a la puerta para pedir un vaso de agua, les recibió un humilde matrimonio y sus tres hijos, vestidos con pobres harapos. Al preguntarles de qué vivían, el granjero les contó que una vaca les daba leche, con la que hacían mantequilla y queso para su autoconsumo y venta.

Lejos ya del lugar, el filósofo le ordenó a su discípulo: "Regresa a la granja, coge la vaca y tírala por un precipicio". "Pero si es el único sustento de la familia", respondió el joven intentando, sin éxito, salvar al animal. Años más tarde, el muchacho, convertido en un rico empresario, volvió al mismo lugar y quedó sorprendido al ver que la granja ahora era una lujosa mansión. Aquello le provocó una enorme tristeza, pero pronto descubrió que sus propietarios eran los mismos granjeros que, empujados por la necesidad, habían empezado a cultivar algodón. Y lo que comenzó como una forma de escapar de la miseria, con el tiempo se convirtió en un próspero negocio.

A menudo, en la vida nos acomodamos a lo que nos da nuestra "vaca", pero no dudemos en tirarla por el precipicio y pasemos a la acción. Que nada nos frene para mejorar.


Gran error





La normalidad es una ilusión





Viejo

"Nunca se es demasiado viejo para fijarse otra meta o para soñar otro sueño".
Les Brown



Fuerte y poderoso

"Dominar a otros es ser fuerte, dominarse a uno mismo es ser poderoso"
Lao Tzu



La mujer perfecta


Nasrudin y su amigo hacía mucho tiempo que no se veían y, mientras tomaban un té, hablaron de lo divino y de lo humano y rememoraron cómo habían transcurrido sus vidas. Omar le contó que era muy feliz con su mujer, que le había dado tres hijos maravillosos. Como Nasrudin no explicaba nada sobre su estado civil, su buen amigo le preguntó: "Entonces, ¿nunca te has planteado casarte?".

Tras permanecer un rato callado, le confesó: "En mi juventud, decidí buscar a la mujer  perfecta que tenía en mi mente. Crucé las dunas del desierto, llegué a Damasco y allí conocí a una muchacha muy religiosa y de gran belleza, pero que no tenía ningún interés por las cosas de este mundo. Un tiempo después, atraído por los jardines del palacio de Chehei Sotún, encaminé mis pasos a otra gran ciudad, Isfahan. Paseando, encontré una mujer que conocía lo material y lo espiritual, pero desgraciadamente no era bonita. Entonces, viajé a El Cairo. Allí, uno de mis mejores clientes me invitó a cenar en su casa, donde me sentaron al lado de una joven preciosa, religiosa y conocedora de todo lo terrenal". "¿Y te casaste con ella?", le preguntó ilusionado Omar. A lo que Nasrudin respondió: "Ah, compañero, lamentablemente ella también soñaba con un hombre perfecto".

No te arrepientas





Mejor medicina





Daño

"Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos":
Buda



Orgullo

"El orgullo es el único veneno que te puede intoxicar si no te lo tragas".



El violinista victorioso


En una época no muy lejana, vivió un violinista llamado Paganini. Muchos creían que era un artista sobrenatural y que tenía un don especial para el violín. Una noche, tras recibir una ovación delirante, empezó a tocar. Lo que siguió fue indescriptible, porque todas las notas que nacían del movimiento de sus dedos dibujaban una melodía maravillosa  y perfecta en el aire. De repente, un sonido extraño acabó con el encantamiento: se había roto una cuerda del violín. El director y la orquesta  se detuvieron y el público dejó de respirar. El intérprete siguió tocando como si nada hubiera ocurrido y todo recuperó la normalidad. Pero, otro ruido hizo enmudecer a la sala. A Paganini se le había partido otra cuerda. Sin embargo, continuó con la pieza, sacando deliciosos sonidos  del instrumento. En medio del concierto, una tercera cuerda saltó por los aires. El director se quedó pálido y Paganini, como un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única cuerda que le quedaba. Espectadores y músicos se pusieron en pie y empezaron a gritar, aplaudir e, incluso, a llorar de emoción.

Aquella noche, Paganini alcanzó la gloria  y el mayor  de los triunfos, porque a lo largo de su vida había aprendido que la victoria es el arte de continuar donde todos resuelven parar.


Cómodo





Cada dolor





Felicidad sin dolor

"Todos queremos obtener felicidad sin dolor, pero no se puede tener un arco iris sin un poco de lluvia".


Riquezas

"No midas tus riquezas por el dinero que tienes, mídela por aquellas cosas que tienes y que no cambiarías por dinero".


El león y sus consejeros


El león, que nunca se había distinguido por su buen carácter, tenía el día cruzado. Iba paseando por la selva en busca de comida cuando se cruzó con una mofeta pendenciera, que se preciaba de no haber perdido ni una sola pelea con cualquier animal, por peligroso que fuese. Tras intercambiar dos o tres frases, el león y la mofeta perdieron los estribos y se enzarzaron en una disputa. El felino levantó su enorme zarpa y, a punto estaba de asestar un fatal golpe a su presa, cuando la mofeta lo roció con su fétido líquido. El león huyó con el rabo entre las patas y más airado que nunca. Tras pasar varios días vagabundeando por la selva para ver si aquel insoportable olor desaparecía, decidió pedir consejo a sus tres animales de confianza.

"Amigo oso, ¿crees que huelo mal?". Sospechando que esperaba una respuesta sincera, le dijo: "Hueles realmente mal". Y el rey de la jungla lo degolló. Llegó el turno del lobo, quien, creyendo saber lo que deseaba oír el león, susurró: "Oléis a rosas". El león no soportó semejante engaño y se zampó al lobo. Solo quedaba consultar al zorro que, sabiendo lo sucedido, se excusó: "Estoy tan resfriado que no puedo oler nada". Sabia decisión, pues cuando es peligroso hablar, lo mejor es callar.


Libro de la vida





El arte de vivir





Felices

"Felices los que nada esperan de los demás, porque nunca serán defraudados".


Montaña

"Si la montaña viene hacia ti, corre, porque se está derrumbando".


Los ciegos y el elefante


Seis  ciegos del Indostán fueron convocados para mostrarles, por primera vez en sus vidas, lo que era un elefante. El primero de ellos se recostó sobre el ancho costado del animal y dijo: "El elefante es muy parecido a una pared". El segundo, agarrando uno de los colmillos exclamó: "¡Caramba!, ¿que será esto tan largo, redondo y afilado? A mí me recuerda una lanza...". El tercero de estos curiosos hombres agarró con ambas manos la trompa del paquidermo y exclamó, sin asustarse: "Un elefante es igual que una serpiente".

El cuarto de los invidentes alargó la mano hasta la rodilla del animal y se topó con la robusta y arrugada rodilla:"Yo lo tengo muy claro. Un elefante es lo más parecido del mundo a un árbol", aseguró. El quinto de los hombres allí convocados tocó casualmente una de las enormes orejas y comentó: "No sé qué pensarán los demás, pero a mí este animal me recuerda a un abanico gigante". El sexto de los ciegos asió la cola y afirmó: "El elefante es un animal muy parecido a una cuerda". Así, convencidos de encontrarse ante seres muy diferentes, los ciegos discutieron sin llegar a ponerse de acuerdo. Lo mismo nos pasa cuando conocemos parcialmente la realidad, todos podemos tener parte de razón y, a la vez, estar equivocados.


Envejecer





Conquistar a una muchacha





Calidad de vida


El empleo apropiado de las siguientes técnicas te ayudará a mejorar la calidad de tus relaciones y, por lo tanto, la calidad de tu vida:

Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.

Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.

Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.

Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.

Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.

Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.

No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.

Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.

Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.

El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias. El pensamiento positivo es una disciplina que, ejercitada con constancia, te dará el poder de cambiar tu entorno y por consiguiente, tu vida.



Cinco cosas para mi vida





Cae la vida





Mi vida

"Mi vida no le importa a nadie. Vivo como quiero y así seguiré".
La condesa descalza



Diferente

"Ellos se ríen de mí por ser diferente, yo me río de todos por ser iguales".
Kurt Cobain



¿Vacía o llena?


Alicia estaba compartiendo un relajante paseo con su padre una mañana de primavera cuando éste, de improviso, se paró en una de las curvas del camino. Tras un breve silencio, le preguntó: "Además del trino de los pájaros, ¿qué más oyes, Alicia?". La niña puso todos sus sentidos en ello y le contestó: "Papá, ahora mismo me parece oír una carreta que se acerca lentamente por detrás de nosotros". "Exacto -continuó su padre-. Y, si agudizas el oído, verás que es una carreta vacía".

Sin salir de su asombro, Alicia le preguntó: "¿Y si no la has visto aún, cómo sabes que es una carreta vacía?". Entonces, su progenitor le respondió: "Es fácil saber cuándo una carreta está vacía por el ruido que hace. Cuanto menos cosas transporta, más aparatoso es el sonido que provoca. Eso mismo puedes aplicarlo a las personas que solo saben presumir de sí mismas".

Alicia fue cumpliendo años y, cuando veía a alguien alardeando de sus posesiones, pavoneándose e interrumpiendo a los demás, era como si escuchase de nuevo las palabras de su padre: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace". Y es que, a menudo, quienes hablan de sí mismos sin parar son quienes menos cosas interesantes tienen que contarnos.


Corazón y humildad





Cosas importantes





Señales

"Podemos pedirle al universo todas las señales que queramos, pero al final, solo vemos lo que queremos ver, cuando estamos listos para verlo."




Hombres y perros

"Cuanto más conozco a los hombres, más admiro a los perros."


No esperes


No esperes una sonrisa para ser genial…
No esperes ser amado para amar…
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo…
No espere el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida…
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar…
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un conejo…
No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida…
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte…
No esperes el dolor para pedir perdón…
No esperes la separación para buscar la reconciliación…
No esperes el dolor para curarte…
No esperes elogio para creer en ti mismo…
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tú has sido el culpable…
No esperes el “te amo”para decir “yo también”…
No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre…
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado la vida…¿qué estás esperando?…

Lágrimas y dolor





Bendición apache





No haremos el amor

"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor. Él nos hará a nosotros."
Julio Cortázar


Estúpidos y envidiosos

"Aquellos a quienes no agradamos se dividen en dos: los estúpidos y los envidiosos".
Johnny Deep en "El libertino"


No soy responsable





Ojos y verdades







Morir

"Se puede morir estando vivo. Se muere de muchas maneras, en ciertos padeceres sin nombre, en la muerte del prójimo, y más todavía en la muerte de lo que se ama y en la soledad que produce la total ausencia de posibilidad de comunicarse cuando a nadie le podemos contar nuestra historia."
María Zambrano

























Relación profunda

"A veces nos imaginamos que una relación es más profunda de lo que en realidad es. Empezamos mintiéndonos a nosotros mismos."


Leyenda Amaisi-Yaqui


Cuando se encuentran dos seres son como dos pájaros delante de una llama. Esta llama tiene dos lados, uno que calienta y otro que quema. El lado que te calienta es el lado que te gusta de la otra persona. El lado que te quema es el lado que no te gusta de ella. Si tienes la paciencia de sentarte al fuego y de aguantar la quemadura hasta que poco a poco se va apagando la llama que quema, hallarás la llama que calienta y estarás bien. Si no tienes esa paciencia tendrás que dejar el fuego, o quemarte más allá de lo que quieres. Tendrás que dejar muchos fuegos, quemarte muchas veces y quizá un día te quemarás en tu propio fuego.