Los ciegos y el elefante


Seis  ciegos del Indostán fueron convocados para mostrarles, por primera vez en sus vidas, lo que era un elefante. El primero de ellos se recostó sobre el ancho costado del animal y dijo: "El elefante es muy parecido a una pared". El segundo, agarrando uno de los colmillos exclamó: "¡Caramba!, ¿que será esto tan largo, redondo y afilado? A mí me recuerda una lanza...". El tercero de estos curiosos hombres agarró con ambas manos la trompa del paquidermo y exclamó, sin asustarse: "Un elefante es igual que una serpiente".

El cuarto de los invidentes alargó la mano hasta la rodilla del animal y se topó con la robusta y arrugada rodilla:"Yo lo tengo muy claro. Un elefante es lo más parecido del mundo a un árbol", aseguró. El quinto de los hombres allí convocados tocó casualmente una de las enormes orejas y comentó: "No sé qué pensarán los demás, pero a mí este animal me recuerda a un abanico gigante". El sexto de los ciegos asió la cola y afirmó: "El elefante es un animal muy parecido a una cuerda". Así, convencidos de encontrarse ante seres muy diferentes, los ciegos discutieron sin llegar a ponerse de acuerdo. Lo mismo nos pasa cuando conocemos parcialmente la realidad, todos podemos tener parte de razón y, a la vez, estar equivocados.


Envejecer





Conquistar a una muchacha





Calidad de vida


El empleo apropiado de las siguientes técnicas te ayudará a mejorar la calidad de tus relaciones y, por lo tanto, la calidad de tu vida:

Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.

Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.

Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.

Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.

Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.

Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.

No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.

Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.

Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.

El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias. El pensamiento positivo es una disciplina que, ejercitada con constancia, te dará el poder de cambiar tu entorno y por consiguiente, tu vida.



Cinco cosas para mi vida





Cae la vida





Mi vida

"Mi vida no le importa a nadie. Vivo como quiero y así seguiré".
La condesa descalza



Diferente

"Ellos se ríen de mí por ser diferente, yo me río de todos por ser iguales".
Kurt Cobain



¿Vacía o llena?


Alicia estaba compartiendo un relajante paseo con su padre una mañana de primavera cuando éste, de improviso, se paró en una de las curvas del camino. Tras un breve silencio, le preguntó: "Además del trino de los pájaros, ¿qué más oyes, Alicia?". La niña puso todos sus sentidos en ello y le contestó: "Papá, ahora mismo me parece oír una carreta que se acerca lentamente por detrás de nosotros". "Exacto -continuó su padre-. Y, si agudizas el oído, verás que es una carreta vacía".

Sin salir de su asombro, Alicia le preguntó: "¿Y si no la has visto aún, cómo sabes que es una carreta vacía?". Entonces, su progenitor le respondió: "Es fácil saber cuándo una carreta está vacía por el ruido que hace. Cuanto menos cosas transporta, más aparatoso es el sonido que provoca. Eso mismo puedes aplicarlo a las personas que solo saben presumir de sí mismas".

Alicia fue cumpliendo años y, cuando veía a alguien alardeando de sus posesiones, pavoneándose e interrumpiendo a los demás, era como si escuchase de nuevo las palabras de su padre: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace". Y es que, a menudo, quienes hablan de sí mismos sin parar son quienes menos cosas interesantes tienen que contarnos.


Corazón y humildad





Cosas importantes





Señales

"Podemos pedirle al universo todas las señales que queramos, pero al final, solo vemos lo que queremos ver, cuando estamos listos para verlo."




Hombres y perros

"Cuanto más conozco a los hombres, más admiro a los perros."


No esperes


No esperes una sonrisa para ser genial…
No esperes ser amado para amar…
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo…
No espere el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida…
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar…
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un conejo…
No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida…
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte…
No esperes el dolor para pedir perdón…
No esperes la separación para buscar la reconciliación…
No esperes el dolor para curarte…
No esperes elogio para creer en ti mismo…
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tú has sido el culpable…
No esperes el “te amo”para decir “yo también”…
No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre…
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado la vida…¿qué estás esperando?…

Lágrimas y dolor





Bendición apache





No haremos el amor

"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor. Él nos hará a nosotros."
Julio Cortázar


Estúpidos y envidiosos

"Aquellos a quienes no agradamos se dividen en dos: los estúpidos y los envidiosos".
Johnny Deep en "El libertino"


No soy responsable





Ojos y verdades







Morir

"Se puede morir estando vivo. Se muere de muchas maneras, en ciertos padeceres sin nombre, en la muerte del prójimo, y más todavía en la muerte de lo que se ama y en la soledad que produce la total ausencia de posibilidad de comunicarse cuando a nadie le podemos contar nuestra historia."
María Zambrano

























Relación profunda

"A veces nos imaginamos que una relación es más profunda de lo que en realidad es. Empezamos mintiéndonos a nosotros mismos."


Leyenda Amaisi-Yaqui


Cuando se encuentran dos seres son como dos pájaros delante de una llama. Esta llama tiene dos lados, uno que calienta y otro que quema. El lado que te calienta es el lado que te gusta de la otra persona. El lado que te quema es el lado que no te gusta de ella. Si tienes la paciencia de sentarte al fuego y de aguantar la quemadura hasta que poco a poco se va apagando la llama que quema, hallarás la llama que calienta y estarás bien. Si no tienes esa paciencia tendrás que dejar el fuego, o quemarte más allá de lo que quieres. Tendrás que dejar muchos fuegos, quemarte muchas veces y quizá un día te quemarás en tu propio fuego.


Razón de ser

"Todo tiene una razón de ser. En tus manos está descubrirla y utilizarla de la mejor manera posible."



Castigo del mentiroso

"El peor castigo de un mentiroso no es que no le crean los demás, sino que él mismo será incapaz de creer o confiar en otros."


Mujer lista para irse





Ayer vomité mariposas





La ceguera del triunfo


El león estaba tranquilamente dormitando bajo uno de los pocos árboles que quedaban en la sabana cuando un insolente mosquito interrumpió su siesta. El insecto quería retarle a un enfrentamiento y el felino, cada vez más enfadado, aceptó para quitárselo de encima cuanto antes.

El mosquito no le dejó ni reaccionar y empezó a picarle sin parar, ahora en la cola, ahora en las orejas, ahora en el morro... Por su parte, el león sacaba toda su fiereza en cada zarpazo intentando espantar al endiablado insecto, aplastarlo contra el suelo o atraparlo, por fin, entre sus fauces.

Pero todos los esfuerzos del rey de la jungla fueron en vano, porque su cuerpo acabó hinchado como una bola por el veneno de las numerosas picaduras. Aturdido y avergonzado, aceptó su derrota mientras el voraz mosquito, henchido de orgullo y de sangre, haciendo alarde indisimulado de su victoria, se alejó del lugar bajo los efectos de la ceguera del triunfo.

Como estaba en una nube, el insecto se descuidó y, sin darse cuenta cayó en una gran telaraña. La araña, al verlo, se relamió de placer con el festín que se iba a dar. Y es que en la vida, los grandes éxitos no deben hacernos perder de vista lo fácil que podemos perderlo todo por un pequeño error.


Alma delicada y grosera

"Un alma delicada se siente molesta al saber que hay que darle las gracias; un alma grosera, al saber que tiene que darlas."
Friedrich Nietzsche




Prometer la luna

"No tienes que prometerme la luna... me bastaría si solo te sentaras conmigo un rato debajo de ella".


Bendición tibetana





Dejar ir a personas





El labrador y sus hijos


Un viejo labrador, que había estado toda la vida trabajando sus tierras y sacando el mejor fruto de ellas, empezó a notar que sus fuerzas flaqueaban. Por eso, temiendo que sus hijos abandonarían los campos una vez que él desapareciera de este mundo, pensó un plan para que, sin darse cuenta, acabaran cuidándolos.

Los reunió en torno a su cama y les dijo: "Queridos hijos, presiento que mi fin se está acercando. Os encargo que vayais a las viñas y excaveis hasta encontrar algo que escondí para vosotros para cuando yo ya no esté".

Creyendo que lo que había ocultado era un valioso tesoro, los hermanos no perdieron ni un segundo y corrieron a las tierras. Allí cavaron durante horas y horas, de una punta a la otra del terreno, pero no encontraron ni rastro de lo que ellos buscaban. Llegaron a la conclusión de que el padre había perdido la razón, pues no entendían nada.

Transcurrieron unos meses y, cuando uno de los hermanos pasó por los campos, vio que de las cepas empezaban a colgar racimos llenos de jugosas uvas que podrían vender a muy buen precio. Así se dieron cuenta de que el tesoro que buscaban se hallaba en las propias tierras cultivadas con su esfuerzo.


Deja de esperar





Buena persona





Novela

"La novela es una colaboración a partes iguales entre el escritor y el lector, y constituye el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad".
Paul Auster


Sentirse herido

¿Habrá algún hombre que no se sienta herido mortalmente si supiera lo que sus más fieles amigos piensan de él en el fondo?
Friedrich Nietzsche


El niño que habló con los peces



Lucas era un niño al que le encantaba jugar con el agua. Mejor dicho: le gustaba desperdiciarla. Cada día se olvidaba de cerrar los grifos , se pasaba mucho rato en la ducha, lanzaba a la calle globos llenos de agua... El hada Aqua se percató de todo esto y decidió convertir a Lucas en pez mientras dormía y dejarlo en un lago, cerca de su casa. Cuando el niño se despertó, le invadió un miedo enorme. ¡Estaba rodeado de agua! Delante suyo vio un banco de peces que discutían acerca de su nivel. Lucas se acercó a ellos. Los peces le miraron con expresión de profundo enfado porque sabían que era el responsable de que el lago estuviera quedándose sin agua. Entre todos  lo llevaron hasta un lugar en el que solo quedaban unos centímetros y le hicieron ver que allí ya no podía vivir ningún pez, y que, de seguir así, pronto, la situación de todo el lago sería igual. Lucas comprendió que lo que hacía en su casa repercutía en la vida de los peces, y que muchas de nuestras acciones tienen consecuencias en el medio ambiente, algo que nunca había pensado. Entonces, rogó volver a ser humano y prometió que cuidaría el agua como un bien precioso y escaso. El hada le hizo regresar y Lucas creó un grupo para proteger el lago y concienciar a la gente de la importancia de este líquido elemento.