Nadie es indispensable


 

La oruga

 


Una oruga iba caminando un día hacia una gran montaña cuando un saltamontes le preguntó: "¿A dónde vas?". Sin dejar de caminar, la oruga contestó: "Soñé que subía a la montaña y, desde allí, veía todo el valle. Me gustó lo que vi y he decidido realizarlo". La langosta le dijo: "¡Debes de estar loca! ¿Cómo llegarás allí' Para ti, un charco es como un lago y una piedra, una colina infranqueable...". Pero la oruga no le escuchó. Más adelante, también un topo, una araña y una rana le aconsejaron desistir. "Nunca podrás realizar tu sueño", le avisaron. Agotada y sin fuerzas, la oruga paró para descansar y construyó un lugar en el que pernoctar: "Mañana estaré mejor", dijo justo antes de morir. Al enterarse de la noticia, los animales del valle fueron a ver sus restos: ahí estaba el más loco de todos, que había muerto por un sueño mientras dormía en su refugio. Pero de pronto, la construcción se quebró y surgió una hermosa mariposa que salió volando hacia la montaña. Todos se habían equivocado. Siempre tenemos que intentar conseguir nuestros sueños y, si vemos que no podemos, tal vez debamos detenernos para hacer un cambio radical en nuestra vida. No olvidemos que el éxito en la vida no se mide por los logros, sino por los obstáculos que hemos tenido que superar en el camino.


Palabras que duelen

"Hay palabras que duelen como una mordedura. Son palabras imposibles de perdonar u olvidar."

Sándor Márai




Llover


 

El león y los tres bueyes

 


Había, hace tiempo inmemorial, tres bueyes que eran tan amigos que siempre salían a pastar juntos y así permanecían todo el día. En la misma colina, vivía un león hambriento que solo deseaba hincarles el diente. Pero como siempre eran una piña, resultaba imposible atacarlos sin salir malherido del enfrentamiento.

Transcurrieron unos días y, por fin, el león creyó haber encontrado el plan perfecto para separar a los tres bueyes y lograr su propósito. Se dedicó a contarles, uno por uno, mentiras e infundios sobre los otros, con el único y perverso fin de enemistarlos. Y tan persuasivo fue el felino que, al día siguiente, los bueyes salieron a pastar por separado, desconfiando de sus amigos sin haber comprobado, en ningún momento, si lo que aseguraba el león sobre ellos era cierto o no.

Cuando el león llegó al prado donde pastaban y vio que estaban separados por centenares de metros, se atrevió a atacarlos y, sin demasiado esfuerzo, les dio muerte.

Si hubiesen permanecido juntos y ajenos a las habladurías, si hubieran hecho oídos sordos de las opiniones falsas sobre sus amigos, aún estarían vivos. Porque la unión hace la fuerza y la discordia la debilita.


Palabras y sentido

 "Preocúpate del sentido y las palabras saldrán por cuenta propia".  

Lewis Carrol



Las desilusiones


 

La perla y la ostra

 



Un maestro le explicaba a su alumno más aplicado cuál es el origen de las perlas: "Son uno de los objetos más bellos de la naturaleza pero, paradójicamente, son fruto del dolor, de la herida causada en su interior por la entrada de una sustancia extraña. Solo hace falta que un diminuto grano de arena se introduzca en la concha para que las células del nácar que las recubre por dentro comiencen a hacer su lento trabajo cubriendo, capa tras capa, el cuerpo invasor para proteger la parte indefensa de la ostra. El resultado de esa "herida cicatrizada" será la perla".

"A los humanos nos sucede algo muy parecido -continuó el profesor ante la cara de extrañeza del alumno-. Hay gente que puede decirnos palabras ofensivas. En otras ocasiones, nos acusarán de haber dicho cosas que jamás salieron de nuestra boca. Incluso podemos ser objeto de otra forma de rechazo, la indiferencia. Todo eso son heridas que nos producirán mucho dolor". "¿Y qué debemos hacer nosotros para protegernos?", le preguntó el muchacho. A lo que el sabio maestro respondió: "Lo que debes hacer es fabricar tu propia perla. Cubriendo cada una de tus heridas de amor, perdonando y comprendiendo, transformarás ese dolor en algo muy valioso".

Comunicación

 "Comunicación es entrar en contacto con el otro. Otro que, obviamente, por ser otro es diferente". 

Jorge Bucay



Las personas calladas


 

El puercoespín

 


En la Edad de Hielo las gélidas temperaturas ocasionaron la muerte de muchos animales. Los puercoespines, viendo a otras especies desaparecer de la faz de la Tierra, decidieron combatir el frío ambiente uniéndose en grupos para darse calor y protegerse entre sí. Lo que no habían tenido en cuenta es que sus afiladas púas hacían que los compañeros más cercanos, a los que transmitían su calor, también eran los que sufrían más pinchazos y heridas, por lo que acabaron alejándose unos de otros y empezaron a morir congelados.

Esta terrible situación les obligó a tomar una decisión: o aceptaban el inconveniente de las espinas de sus congéneres o se verían condenados a desaparecer como especie. Con mucha sabiduría, decidieron que volverían a convivir estrechamente y a tolerar los inconvenientes causados por las pequeñas heridas que la relación con los más cercanos podían ocasionar. A cambio, obtendrían el calor necesario para sobrevivir.

Esto nos debería hacer reflexionar a los humanos. Porque la mejor relación no es la que se establece entre personas perfectas, sino aquella en la que cada uno aprende a convivir con los defectos de los demás, sin, por este motivo, dejar de admirar sus cualidades.


Valor y prudencia

 "Hay un momento para el valor y otro para la prudencia y el que es inteligente los distingue".

 Robin Williams