Cuatro leyes de la espiritualidad





Lealtad





Olvido

"El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada, y sí es la forma velada de jubilarse de la historia. Para eso está la memoria que se abre de par en par en busca de algún lugar que devuelva lo perdido. No olvida quien finge olvido, sino quien puede olvidar".
Mario Benedetti


La distancia

"La distancia no es cuando nos separamos; la distancia es si no volvemos".



La paz perfecta


Erase una vez un rey que quiso premiar al artista que mejor plasmase en un cuadro la sensación de paz perfecta. Muchos fueron los pintores que concurrieron a la convocatoria con obras de gran belleza pero, finalmente, el monarca escogió solo dos que realmente le complacieron.

La primera obra mostraba un lago de tranquilas aguas en las que se reflejaban las plácidas montañas que lo rodeaban y un cielo de un azul intenso con algunas nubes blancas. Su otra elección era radicalmente diferente. Aunque también reproducía  unas montañas, éstas eran abruptas y escarpadas. Sobre ellas caía una tormenta que descargaba un fuerte aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo caía un torrente impetuoso que rompía con fuerza contra piedras y salientes.

En principio, nada hacía pensar que este cuadro transmitía paz, pero, fijándose bien, el rey había observado que, tras el torrente, crecía un árbol y, en una de sus ramas, se había posado un pájaro que descansaba plácidamente, ajeno al ruido.

El rey escogió esta segunda pintura y explicó así su elección: "Paz no significa estar en un lugar sin conflictos, problemas o ruido. Paz es permanecer serenos a pesar de que a tu alrededor todo sean adversidades y dolor".


Camina hacia el futuro





Consejos de mi abuelita





Olvido

¿Estuve enfermo? ¿He sanado? ¿Y quien mi médico ha sido? Ah, si todo lo he olvidado, mi médico fue el olvido.
Nietzche


Abismo

"Todos estamos al borde del abismo, a todas horas, todos los días. Un abismo por el que todos caeremos; la elección no es esa, la elección es si queremos caer pataleando y chillando, o si queremos abrir los ojos y el corazón a lo que sucede cuando empezamos a caer".


La taza de café


En una charla de motivación, varios asistentes empezaron a quejarse del interminable estrés que les producía el trabajo y la vida en general. El profesor les ofreció un café. Fue a la cocina  y regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, de plástico, de vidrio... Unas eran sencillas y baratas y otras, caras y exquisitas. Tranquilamente les dijo que eligieran una y se sirvieran.

Entonces, el viejo maestro se aclaró la garganta y con calma se dirigió al grupo: "Se habrán dado cuenta de que las tazas más bonitas y relucientes se han terminado muy rápido, y las que han quedado son las más sencillas y baratas; lo que es natural porque cada cual prefiere lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas de estrés. Les aseguro que la taza no le ha añadido calidad al café. El recipiente solo disfraza o reviste lo que bebemos". Y prosiguió: "No importa nuestro aspecto ni nuestro color, sino lo que tenemos en nuestro interior para dar. La vida es el café. El trabajo, el dinero, la posición social... Son meras tazas que le dan forma y soporte a la existencia, pero eso no cambia ni define realmente la calidad de vida que llevamos. Piensen en lo siguiente: a menudo, por concentrarnos solo en la taza, dejamos de disfrutar al café".

Gente positiva





Humilde y sabia





Sabios y tontos

Los sabios y los tontos son igualmente inofensivos; los que más son de temer son los sabios a medias y los medio tontos".
Johann W. Goethe


Si quieres ver

" Si quieres ver un árbol, ve al valle;
si quieres ver el valle, ve a una montaña;
si quieres ver la montaña, sube a las nubes,
pero si lo quieres ver todo...
cierra los ojos y solo piensa".


El paquete de galletas


Había una vez una señora que estaba esperando el tren en la estación. Como llevaba retraso, se compró una revista, una botella de agua y un paquete de galletas y se sentó en un banco. Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y empezó a leer el periódico. De pronto, sin decir una sola palabra, el hombre estiró la mano, cogió el paquete de galletas, lo abrió y se comió una. La señora se molestó un poco, así que, con un gesto exagerado, sacó una galleta del paquete y se la comió mirándolo fijamente. Como respuesta, el hombre cogió otra galleta y, mirando a la mujer sonriendo, se la llevó a la boca. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta, y la mujer cada vez estaba más enojada. Al final, cuando sólo quedaba una, el joven la partió en dos y, con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco. La señora la cogió, se levantó furiosa y subió al tren que acababa de llegar. De pronto, sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando vio que su paquete de galletas estaba aalí intacto.

¡Cuántas veces la desconfianza hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones encasillándolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad!


Ave fénix





Hoy quiero obsequiarte





Nube y viento

"La  nube que trae el viento, 
las palabras que traen pena, 
otras palabras las limpian,
otro viento se la lleva".
Pedro Salinas


Caer a pedazos

"Hay épocas en que uno se siente que se ha caído a pedazos y a la vez se ve a sí mismo en mitad de la carretera estudiando las piezas sueltas, preguntándose si será capaz de montarlas otra vez y qué especie de artefacto saldrá".
T.S. Elliot


La rosa y el sapo


Erase una vez una rosa que se creía la más bella del jardín y lo que más deseaba era que todos se acercaran a admirarla y a disfrutar de su olor. Pero la gente solía mirarla desde una cierta distancia, sin prestarle mayor atención. Un día se dio cuenta del motivo de ese comportamiento que tanto la desagradaba: a su lado había un enorme sapo, grande, feo y de piel verrugosa, que los espantaba. Indignada con él, le ordenó que se alejara de inmediato. El animal, muy solícito, le respondió: "Me iré, si así lo deseas".

Días después, el sapo volvió a darse  una vuelta por el jardín y se sorprendió al ver a la rosa marchita, sin hojas ni pétalos. Cuando le preguntó qué le había pasado, la flor le respondió: "Desde que te fuiste, las hormigas han invadido este lugar y no paran de picarme aquí y allá". A lo que el sapo replicó: "Qué te habías pensado, cuando yo estaba aquí me comí a estas dichosas hormigas, por eso eras la más bella del jardín".

En numerosas ocasiones, despreciamos a los que están a nuestro lado, pensando que nosotros somos más importantes y que ellos apenas nos aportan nada. Pero todos deberíamos tener en cuenta que siempre hay quien nos beneficia , incluso sin que seamos conscientes.

Ayudarte y servirte





Aventura





Madurar nuestro ser

"Y comencé a comprender también que el dolor, los desengaños y la melancolía no existen para molestarnos, para sumirnos en un abismo de desasosiego e inutilidad, sino para poner a prueba nuestro temple y madurar nuestro ser"
Herman Hesse


El poder de tus acciones

"Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal".


El problema


Tras la muerte del guardián con el que compartía la administración del monasterio zen, el gran maestro convocó a todos los discípulos con la intención de escoger un sustituto para esta tarea tan importante. "Voy a plantearos un problema -les dijo a todos-. Aquel que lo resuelva antes será el nuevo guardián del templo".

Colocó en medio de una gran sala un banco y, sobre él, dispuso un bellísimo jarrón de porcelana con una rosa roja. "Este es el problema", les dijo a los muchachos, dejándolos perplejos ante este extraño enigma. Todos quedaron paralizados hasta que uno de ellos se levantó, miró al gran maestro y a sus compañeros y, con determinación, caminó hacia el florero y lo tiró al suelo de un empujón, haciéndolo añicos.

"Usted será el nuevo guardián del templo -le anunció el maestro-. No importa lo fascinantes y bellos que sean, los problemas tienen que ser resueltos. Pueden aparecer en forma de bello florero, de un amor que ya no tiene sentido o de la rutina que nos resistimos a abandonar porque nos resulta cómoda. Hay un peligro muy común: regodearnos con ellos, como si fuéramos los únicos que los sufren en el mundo. Pero solo existe una forma de afrontar los problemas: atacarlos de frente".


Frases

"Las frases, como los filetes, pueden estar crudas, hechas o muy hechas".
Pepe Colubi


El saludo de cada día


Un hombre que trabajaba en una planta empaquetadora de carne en Noruega entró, cumplido ya el horario de su jornada laboral, en una cámara frigorífica para acabar de inspeccionar una partida de vacuno que acababa de llegar. Cuando quiso salir, se dio cuenta de que la pesada puerta se había cerrado de imprevisto dejándole encerrado dentro.

Aunque gritó pidiendo auxilio para que alguien le viniese a ayudar, todos sus compañeros se habían ido ya a casa. Además, el grosor de la puerta era tal que, de haber alguien aún en la planta, no le habrían oído. Llevaba ya cinco horas atrapado y estaba a punto de congelarse cundo la puerta, milagrosamente se abrió y el vigilante de seguridad de la fábrica entró para rescatarlo.

Cuando le preguntaron al guarda cómo se le había ocurrido buscar allí si no era parte de su rutina, respondió: "Llevo 35 años trabajando en esta empresa. Cientos de trabajadores pasan ante mí cada día y él es el único que me saluda a la entrada y a la salida. Para el resto soy invisible. Hoy me dijo "¡hola!" a la entrada pero no le escuché decir el habitual "¡hasta mañana!" a la salida. De modo que pensé que debía de estar en algún lugar del edificio y, probablemente, con problemas".


Bondad y amabilidad




Características de las personas tóxicas





Niño y adulto

Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.


Asunto de vida o muerte

"Si abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces."
Adam Smith


Los mil perritos


Erase una vez un perrito que paseaba por las calles de un pueblo y siempre se paraba curioso ante una casa abandonada. Un día, decidido a investigar, entró dentro y recorrió la enorme mansión de punta a punta. Cuando llegó a la buhardilla, empujó la puerta semiabierta y vio que había 1.000 perritos observándolo tan fijamente como él a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y todos los canes hicieron lo mismo; ladró alegremente y cada uno de esos animales le devolvió el simpático saludo. Cuando abandonó la casa, pensó: "¡Qué lugar tan agradable, vendré más a visitarlo!".

Días después, otro perro callejero entró en la misma casa, pero a diferencia del anterior, se sintió amenazado cuando los 1.000 perritos le lanzaron una mirada de desafío. Cuando él les gruñó, los otros le devolvieron el mismo gesto. Mientras salía a la calle, pensó: "¡Qué horrible lugar, jamás volveré!".

Encima de la puerta de entrada a la vieja mansión había un letrero que decía: "La casa de los 1.000 espejos".

A menudo sucede que el mundo nos devuelve lo que proyectamos al exterior: si encaramos la vida con una sonrisa, los demás nos devolverán esa misma sonrisa, pero si mostramos nuestra peor cara, ésa es la que veremos en los demás.